Casas del río

   


     Viajamos hasta Requena, en el interior de la provincia de Valencia. Para visitar una aldea de su término municipal.

      Casas del río es una aldea situada junto al río Cabriel, un típico enclave rural del que podemos disfrutar de la belleza de un entorno que en muchos momentos se vuelve salvaje regado por el río Cabriel.

 Esta localidad cuenta con una simpática área recreativa en la que llama la atención su antigua noria hidráulica.
 



     Elemento vital de la sociedad de hace unos años para mover ruedas de molino, elevar agua..., usando la fuerza del agua del río.
 

     La Noria fue construida en el siglo XVIII. Elevaba el agua conduciéndola a un canal para que así se pudiera distribuir por acequias, albercas y canales de riego. En la actualidad riega una zona de huerta de 19 Ha. Conocida como Rinconada de Muños.




     En la zona recreativa tenemos un par de mesitas para comer junto al río. Si te gusta la naturaleza, te parecerá perfecto para pasar un bonito y relajado día de verano en familia.






   








Además de la noria se puede ver el Azud y lo que queda del Molino de Cuellar. Situado frente a la noria al otro lado del río.

Barranco del Perelló

El Barranco del Perelló es un Barranco seco, que se encuentra situado entre las aldeas de los herreros y castilblanques, en el triángulo formado por Cofrentes, Cortes de Pallás y la Portera. Zona del interior de la Comunidad Valenciana. 

Es una ruta que se hace pie y que sale desde Castilblanques, Es una ruta de poca dificultad.
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 Nosotros hicimos esta ruta en pleno agosto a hora punta, nada recomendable señores. Jeje!!

Partimos desde la salida de la parte de abajo del pueblo y nos desviamos por el segundo camino de tierra a la izquierda. Seguimos camino donde nos encontramos con un antiguo molino agua,  bueno lo que quedaba de él,  hasta llegar al arroyo. Donde se acaba el camino y ya empezamos a adentramos en el cauce del barranco.

En algún tramo no encontramos bastante maleza, aunque mas a delante la cosa mejora y ya se pueden apreciar las formaciones rocosas, que el paso de agua fue modelando con el transcurso del tiempo.

Lástima que haya acabado siendo un barranco seco ya que en sus tiempos con el agua corriendo por él, debió ser muy bonito y excitante el descenderlo.

Finalizamos el recorrido del barranco en la aldea de los Herreros, de donde regresamos a casa por la CV425.